El jueves 19 de agosto salimos de Noirmoutiers a las 10 en dirección de Pornic que alcancé al cabo de 4 horas y 55 minutos en vez de las 6 horas previstas.
Después de dar la vuelta, se juntó a mí una flotilla de barcos entre los cuales se hallaba la gran lancha motora de la sociedad de salvamento donde estaba el deputado de Pornic que vino a prestarme su apoyo.
La recepción fue agradable y para no olvidar ese momento una medusa me dió un beso al lado de la boca y la sensación de picores duró varias horas.
Durante el regreso sopló el viento con una marejada muy fuerte : como si yo hubiera estado dentro de una lavadora que estuviese centrifugando durante dos horas.
Para acabar la prueba nadé contra la corriente una hora y media.
Acabé mi prueba a las diez de la noche con las palabras alentadoras de mi entrenadora, Valérie, mi pareja Susana, mis padres y muchas personas estaban presentes y me rodearon con sus barcos.
Al entrar al puerto de Herbaudière gracias a la radio que había emitido durante todo el día la progresión de esta aventura, notamos que se había organizado una acogida incredible.
Casi 500 personas estaban presentes para recibirnos en un ambiente festivo, de alegría y lleno de emoción. Las sirenas resonaban con fuerza.
Recorrí nadando 27 kilómetros durante 12 horas sin parar. Sin embargo estaba todavía en forma. Mucha felicidad xxl.
¡Primera hazaña antes de la travesía del Manche! Estas doce horas de entrenamiento fueron una recompensa para mí ; ahora tengo que sobrepasarme.
Muchas gracias a todos para sus ánimos y su ayuda durante estos dos años de intenso entrenamiento. Y ahora, a la gracia de Poséidon.