En agosto de 2005, fue embarcada en una aventura formidable. Algunos nadadores de la piscina donde iba por gusto, empezaron a felicitarme sobre mi estilo y me propusieron participar en la travesía de Sète a nado.
Se trata de una carrera de natación en aguas abiertas de una distancia de 1800 metros, que cuenta para la clasificación de la Copa de Francia. Después de unos cuantos ensayos en piscina, me dije que podίa hacerla y me registré. Pero era sin pensar en el agua a 16 grados (mucho más frío que la piscina...) y en las corrientes cambiantes, mucho más fuertes también. Pero una vez la carrera empezada y a pesar de las dificultades, solo tenía una idea: ¡terminar!
Gracias a la ayuda de Alain SCHERMESSER que nadaba delante de mí, y gracias a algunos amigos que me soportaban todo a lo largo de la carrera, no abandoné. En vez de los 50 minutos que pensaba tomar, llegué después de una hora y media bajo las aclamaciones de una multitud! Qué orgullo en haber superado el agua, el frío y las corrientes...