El proyecto nació de un desafío con varios amigos que acercaban la cuarentena.
Se plasmó para mí en 42 años, el tiempo de maduramiento y de preparación.
La preparación :
Para atacarse a una cumbre, hace falta de tener una forma excelente física y general, aquella disponía vía mi práctica asidua del tándem, aproximadamente 6 a 8000km / por año.
Pero esto no basta hay que también verificar que se soporta la altitud. Esto nos creció a hacer 2 cumbres alpinas, el Gran Paraíso (4000m y el Monte Blanco del Tacul, 4300m).
Pude observar que la marcha sobre glaciar era mucho más fácil para un invidente que la marcha en medio de los desprendimientos. Sin vértigo ni malestar en Tacul, pues decidí emprender la ascensión del Kili, no sin hacer algunas marchas de varias horas para hacer los zapatos así como las pantorrillas.
La ascensión :
Decidimos subir Kili por la vía Machamé, más difícil pero más hermosa que Cocacola road.
La agencia me recomendó prever a un guía suplementario que será encargado de pilotarme hasta altura, precaución que se revelará indispensable.
El primer día está sin problema, campamento a 3000m. El segundo presenta un poco más peñascos pero sin dificultad gruesa, campamento a 3900m.
Al tercer día, subimos a 4600m para volver a bajar acampar a 4000m. Más duramente será la parte bajada, bastante rígida y guijarrosa. Llego al campamento 20 buenos minutos después de mis amigos, un poco furiosos por serme dejado distanciar así. ¡ Pero la continuación me sabrá que el problema no es subir la pendiente para un invidente, sino de volverlo a bajar!
Al 4o día, montamos al último campo antes de la ascensión final, situada a 4700m. Un paso se revela estrecho y peligroso, un momento de pánico porque no somos encordés. Mi guía me calma y debo dominarme para repetir la marcha. ¿ El peligro era más en la cabeza que realidad?
A 4700m, hiela, nos enfrentamos con una tempestad de chisporrotea, pero milagro, el teléfono transportable funciona y hacemos un pequeño cuco a nuestras esposas quedadas en Francia.
Después de un descanso breve, la ascensión empeza a las 11 de la tarde. La marcha es progresiva, casi fácil pero cambiando de ladera, un viento glacial viene para helar el contenido de los zoquetes, sacar nuestra energía y hecho disminuir el paso. Un momento de desaliento cuando la persuasión del guía nos hace andar de nuevo. ¿ Y por otra parte, que hacer otro?
¡ Sería demasiado tonto de rajarse si cerca del fin!
¡ Nos acercamos a la cumbre al mismo momento cuando el día se levanta, el calor vuelve, el espíritu está en subida fuerte! Me fijo en Stella Point, al borde del cráter, preguntándome sobre todo cómo voy a hacer para volver a bajar porque el cansancio está muy presente.
¡ Sorprendida! La primera parte de la bajada está en una colada de cenizas, rápida y descuidada. Pero luego, las horas fueron largas antes de llegar al campo final (3100m), no tengo más la fuerza de verificar las marchas, la inclinación de las piedras, los pies deslizan sobre los peñascos, los tiempos de recuperación cada vez más largos.
¡ Una buena noche al campamento y una última bajada fácil hacen olvidar esta jornada de 17 hora de marcha!
¡ Hey man, just do it!
Para las fechas, Hemos ido por finales de junio y por finales de agosto de 2003 a hacer las cumbres alpinas, luego tranquilas, luego reservamos nuestro viaje por finales del año. Salida el 27 de diciembre de 2003 y la vuelta el 5 de enero de 2004.