París - Moscú con "Riders sin Fronteras" 92 de julio
Didier Touat quién tiene 22 años y quién es parapléjico decidió acompañar a corredores validos en un desafío de un poco más de 3000 kilómetros en relevo de unos 20 kilómetros por dos corredores diariamente, sea un viaje de 18 días. Ayudado por un equipo médico y una logística importante, la veintena de corredores y nuestro simpático corredor provençal, Didier Touat con su silla de ruedas se lanzó desde los Campos Elíseos, en la indiferencia general.
18 etapas jalonadas con diversas dificultades, tanto en términos del trayecto como en términos de las condiciones meteorológicas.
Dejamos la palabra a Didier:
"Llegado en Alemania, la lluvia hacía el camino muy deslizando y con los guantes empapados de agua, la progresión era complicada en una silla de ruedas. En el Bosque Negro, el desnivelado retrasaba considerablemente el convoy. Una niebla sumergió nuestra travesía de Praga.
En Polonia, en Varsovia, fuimos acogidos el 14 de julio con los honores de la Embajadora de Francia. Después de Minsk, los cuerpos fueron terriblemente marcados para algunos hasta el punto de obligarlos a juntarse en la cola de autobús. Para otros, tendrían que sobrepasarse durante una semana en el dolor para finalmente llegar a Moscú."
A 46 km de la llegada, Didier estaba en las últimas, no podía ya, no más gas como él dice. Se salió de su silla para sentarse en el suelo, una señal de su incapacidad a seguir su viaje. Su moral estaba muy bajo y tenía su cabeza en sus manos, lágrimas corriendo en sus mejillas. Un corredor válido se acercó de Didier con palabras muy duras, aun violentes y le sacudió intelectualmente para resucitar esta llama, que había dado a Didier la energía para hacer sus 2960 kilómetros hasta ahora.
Poco a poco, nuestro corredor parapléjico se engalló como afectado en su carne; se podía leer una mueca de venganza en su rostro. Herido en lo más profundo de él, se sentó de nuevo en su silla de ruedas que es como una extensión de sí mismo, y con la furia de los verdaderos campeones, se arrancó del suelo para volar a la llegada.
Estas pruebas fueron increíblemente complicadas para los competidores. Las veinte personas válidas y nuestro temerario Didier en su silla de ruedas habían llegado a la Plaza Roja de Moscú.
Una acción caritativa llevada a cabo puesto que material médico fue enviado a diversos hospitales de Rusia en el trayecto hasta MOSCÚ.
¿Qué lección de humildad cuando sabemos que algunos de nuestros compañeros toman el coche para ir a buscar el pan en la panadería a menos de 300 metros de sus casas.