Frédéric Sausset a la conquista de las 24 Horas de Le Mans del 2016.
Ni que decir tiene que viene de lejos, de muy lejos vuelve, quien, en 2012, vio que su vida daba un vuelco : un rasguño ordinario se le infectó por culpa de una virulenta bacteria. Por poco muere y le tuvieron que amputar los cuatro miembros.
“ En teoría, no debería yo de estar aquí ”, añade Frédéric Sausset, quien lo hizo todo para que esa mala pasada no llegara a significar para él el fin de todo. “ Siempre me ha tirado el automovilismo y la idea de participar en las 24 Horas de Le Mans la tuve durante mi reeducación. Lo comenté con mis allegados y empecé a tomar notas. Y hubo aquel encuentro con Christophe Tinseau que vive en esta misma comarca…”
Le Maine Libre, 09/06/2015
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