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Credit photo : Image BBC Breakast

Martin Hibbert se retó a sí mismo a subir a la cima del monte Kilimanjaro, y lo hizo el 13 de junio, tras cinco días y 72 kilómetros de escalada, a pesar de ser parapléjico, a pesar de estar en una silla de ruedas, porque así es como lo hizo Martin Hibbert, de 45 años, cinco años después del atentado terrorista que mató a 22 personas en el Manchester Arena el 22 de mayo de 2017. Esa noche, acababa de salir del concierto de Ariana Grande cuando se encontró a cinco metros del terrorista que activó su cinturón de explosivos. Veintidós trozos de metralla atravesaron su cuerpo, y los médicos tardaron 14 horas en operarle, tras lo cual supo que no volvería a caminar. Su médula espinal estaba dañada y sus piernas ya no respondían.

Pero el tiempo decidió lo contrario. Cuando tuvo que decidirse, el guía de Queyras, David Preiss, que soñaba con acompañar a Manoël, su amigo de la infancia, al Mont Blanc, sólo pudo deplorar las muchas incertidumbres que se le planteaban.

El fuerte viento, previsto a más de 4.000 metros de altitud, probablemente no habría permitido a la cordada de 12 personas alcanzar la cumbre. Este proyecto, complejo desde el punto de vista logístico, se ha pospuesto hasta el año que viene. El ascenso al Mont Blanc con esquís es cada vez más complejo. Así es como el atleta parapléjico Victor Pierrel, el amputado de mano Oscar Burnham y el amputado de tibia Manoël Bourdenx podrían haber conseguido alcanzar las altas cumbres.